Foto: Raquel Fontarosa
Els 14 llibres més especials d’Alberto Gil, artista resident del Centre d’Art Contemporani Piramidón, i els motius pels quals els ha escollit són:
1. La vida en espíritu. Hannah Arendt.
Por plantear el tiempo de espera como un no-lugar del pensamiento. El tiempo como lugar mental. Tal y como titula el cuarto capítulo ¿Dónde estamos cuando pensamos?
2. Los «no lugares» Espacios del anonimato. Augé, Marc.
Libro con el que comencé a descubrir los verdaderos espacios para mi práctica artística y que han terminado convirtiéndose en los verdaderos lugares personales.
3. Las ciudades invisibles. Calvino, Italo.
Por la infinidad de descripciones de ciudades imaginarias y los recorridos que generan en el imaginario.
4. Walkscapes. El andar como práctica estética. Carreri, Francesco.
Por ser uno de los libros que da pie teórico a una de mis principales prácticas: andar como parte esencial de la pieza.
5. El mito de Sísifo. Camus, Albert.
Base conceptual de una de mis piezas, así como la materialidad hecha libro de la absurdidad del tiempo perdido. El eterno retorno de la acción absurda.
6. Ser y tiempo. Heidegger, Martin.
La temporalidad como la existencia del propio ser.
7. Artistas sin obra. Jouannais, Jean-Yves.
Por hacer partícipes y protagonistas a aquellos artistas que tuvieron escasa o nula producción. Una historia del arte sobre el vacío.
8. Kairós: apología del tiempo oportuno. Marramao, Giacomo.
Me encantó si idea del síndrome de la prisa, producida cuando la velocidad se aleja de la finalidad y es aquí donde somos capaces de percibir el tiempo, nuestro tiempo. La relación establecida entre la prisa y la pérdida de tiempo.
9. The unreality of time, Mind: A Quarterly Review of Psychology and Philosophy. Mctaggart, John.
Un artículo en el que el filósofo inglés argumenta su idea de la no existencia del tiempo, sino que el tiempo es una secuencia de actos. Una especie de tiempo físico o externo más que tiempo mental o psíquico.
10. La cara oculta de la luna. En torno a la obra velada: idea y ocultación en la práctica artística. Reguera, Galder.
Por hacer mostrar aquello que no está oculto, sino velado. Por unificar y hacer parte esencial al lenguaje y al metalenguaje en la concepción de la obra personal.
“En un primer intento de definición podríamos decir que una obra velada será aquella en la que al menos una de sus partes (o toda la obra) está conscientemente oculta al espectador, quien sin embargo conocerá la existencia de la misma a través de la palabra (por el título, por un documento escrito, etc) pág. 35.
11. Arte. Reza, Jasmina.
El cuadro blanco como la base de todo un ensayo de teatro.
12. Especies de espacios. Perec, George.
Por la infinitud de nuevas visiones del lenguaje, el espacio y el tiempo que puede desenredar la palabra escrita.
13. Bartleby y compañía. Vila Matas, Enrique.
Por convertir en libro la historia de aquellos que desistieron en ello.
14. El paseo. Walser, Robert.
Por la conexión que establezco con él con la idea de el paseo o el acto de andar como una parte fundamental del proceso de creación. Caminar para poder pensar.
