Y se va a quemar, si sigue ahí,
las llamas van al cielo a morir.
Ya no hay nadie más por ahí,
no hay nadie más, sentaíta dando palmas.

Y se va a quemar, si sigue ahí,
las llamas van al cielo a morir.
Ya no hay nadie más por ahí,
no hay nadie más, no hay nadie más.

Por la noche, la salía del Bagdad,
pelo negro, oscuro,
bonita pero apená.
Sentaíta, cabizbaja dando palmas
mientras a su alrededor
pasaban, la miraban,
la miraban sin ver ná.
Solita en el infierno,
en el infierno está atrapá.
Sentaíta, las manos las juntaba
que al compás por bulerías
parecía que rezaba.

Junta las palmas y las separa.

De las luces
sale un ángel que cayó.
Tiene una marca en el alma
pero ella no se la vio.
Sentaíta, al cielo quié rezarle,
prendaíta de sus males
que Dios tendrá que cobrarle.

Y se va a quemar, si sigue ahí,
las llamas van al cielo a morir.
Ya no hay nadie más por ahí,
no hay nadie más, sentaíta dando palmas.

Y se va a quemar, si sigue ahí,
las llamas van al cielo a morir.
Ya no hay nadie más por ahí,
no hay nadie más, no hay nadie más.

Junta las palmas y las separa.

Foto: Facebook Rosalía

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