Desde el día en que nací
traigo la estrella que llevo.
Si yo a nadie se la doy,
solo me protege a mí,
solo me protege a mí,
solo me protege a mí.
A palé, eh.
Mírame a los ojos, a la milla,
mírame esta roca como brilla.
Te dejo Saint Laurent en la mejilla,
si quieres hablarme siéntate en la silla.
Te ha quedado tu nombre en la pared
para que reviente ese cuerpo, o qué.
Mi manera de vestir y mi déje, te,
llevando horas sin carné, o qué.
Bájalo, súbelo y tócate,
muerde si tienes que morder, o qué.
Muerde si tienes que morder, eh,
muerde si tienes que morder.
A palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé.
A palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé.
A palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé.
A palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé.
Todo lo que me invento me lo trillan:
chándal, oro, sello y mantilla.
Restos de caviar en la vajilla,
mi Kawasaki va por seguiriya.
Te ha quedado tu nombre en la pared
para que reviente ese cuerpo, o qué.
Mi manera de vestir y mi déje, te,
llevando horas sin carné, o qué.
Bájalo, súbelo y tócate,
muerde si tienes que morder, o qué.
Muerde si tienes que morder, eh,
muerde si tienes que morder.
A palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé.
A palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé.
A palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé.
A palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé, a palé.
Tíralo p’atrás.
Foto: Facebook Rosalía
