Tu tirabas los dados,
yo burlaba la suerte.
Yo, la última palabra,
tú, un pero que añadir.
De tanto ser felices,
se me olvidó quererte.
Yo buscaba un tesoro
tú querías un botín.
Yo era un flaco bendito
por grupis juguetonas,
tú el manjar exquisito
de la mesa de un rey.
Yo, el trovador cascado
tú, la gran prima donna,
tú, reina sin corona,
yo, fuera de la ley.
La canción que te escribo
no es más que una postdata.
Si la bailas con otro
no te acuerdes de mí.
Cuando me abandonaste,
bordé un puente de plata.
Ni tú eras para tanto,
ni tú eras para tanto,
ni yo soy para ti.
No es que esté triste, carajo, es que me acuerdo.
Tú firmabas la paz,
yo buscaba el desquite.
Hubo un error de cálculo,
pensé: nosotros dos.
Tú buscabas marido
yo encontré un escondite.
Tu sombra es un pecado
de la imaginación.
Cuando te haya olvidado
aun te echaré de menos,
y alzaré la penúltima copa
a tu salud.
Me obligaste a elegir
entre tú y el veneno.
Yo tiré una moneda
al aire y salió cruz.
La canción que te escribo
no es más que una postdata.
Si la bailas con otro
no te acuerdes de mí.
Cuando me abandonaste
bordé un puente de plata.
Ni tú eras para tanto,
ni tú eras para tanto,
ni yo soy para ti.
Ni tú eras para tanto,
ni tú eras para tanto,
ni yo soy para ti.


